4. Ficaria
- Miguel Zapata-Ros
- 13 ago 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 16 ago 2020


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Entramos pues en la parte que específicamente dedicamos a Ficaria, a cómo surge el nombre y a qué se atribuye. En qué se basan los que citan Ficaria como nombre para la civitas romana, o incluso para asegurar la existencia de un municipum ficariensis o de una societas ficariensis.
El desarrollo de estas ideas quien las hace en extenso, se puede decir que a él se atribuyen, es a Juan Lozano Santa (1794) en un libro: Bastitania y Contestania del Reino de Murcia, que hoy está impreso en facsímil en tres volúmenes, y exclusivamente a esta obra.
La referencia a Ficaria es constante en los tres volúmenes, pero donde justifica su nombre y lo vincula a Mazarrón como Municipium es en el tercero.
Lo primero que hemos hecho ha sido ver en qué se basa para atribuir el nombre de Ficaria a esta urbe.
Al principio de su obra Lozano atribuye el significado del nombre y lo adecuado de dárselo a esta parte del Imperio, a la excelencia de los higos y la abundancia de estos, así como a su importancia en la alimentación. Sin embargo, lo sustancial, las razones toponímicas y las fuentes documentales no existen, no las aporta. Hay que esperar al volumen tercero donde nos dá la razón clave, pero débil. No es fruto de una indagación propia. Nos remite al trabajo de otro geógrafo. A la lista de toponímicos que estableció El Nubiense en su obra maestra: Dikr al Andalus / Descripción de España.
El llamado Nubiense es Xerif Aledris, geografo y cartógrafo árabe que edita el principal catálogo o lista con los toponímicos anteriores a su época de España, haciendo la transcripción fonética de los nombres al árabe o a la lengua romance de entonces (1100-). De esta obra, Dikr al Andalus ta'lif Sarif al Idrisi =Descripción de España, de Xerif Aledris (Idrīsī y Conde, 1799) hay una versión en español hecha por José Antonio Conde en 1799.
Sobre Aledris hay una extensa documentación en Manuscritos Árabes y Fondo Antiguo
de la Escuela de Estudios Árabes de Ávila et al (2007).
Hemos visto las copias facsímiles digitalizadas que existen en la BNE (Idrīsī y Conde, 1799) y en la Biblioteca Miguel de Cervantes (Al-Idrisi, Muhammad b. Muhammad al-Sarif, sf). En ninguna de ellas hemos encontrado la referencia a Ficaria, quizá por falta de tiempo o de paciencia, habría que hacerlo página a página. No obstante, nos creemos y aceptamos la posibilidad de que ese toponímico existiera en la época en que se hizo. El demominativo Mazarrón o Almazarrón fue muy posterior, coexistió mucho tiempo con Susana y Susaña. Fue prácticamente con la explotación intensiva de las minas cuando se adoptó y sustituyó a éste. Tampoco hay que descartar lo que parece la realidad más probable, y es que en la época de El Nubense la denominación más popular fuese la de Ficaria, pero estamos hablando del siglo XII, muy posterior al siglo I o II, o incluso de la época tardorrepublicana. Época ésta que es de cuando datan los sellos de los lingotes, con las precepticas inscripciones al lugar de donde se han obtenido, según la práctica oficial establecida por unas normas de las instituciones romanas para esas denominaciones. Normas ampliamente estudiadas y aceptadas por la comunidad académica e investigadora de esas disciplinas.
Volviendo a las fuentes del Nubiense y al uso que hace nuestro autor de ellas, podemos ver por ejemplo que, siempre en el volumen tercero, en la pág 53, para justificar la DISERTACION VI titulada “Provincia de Tadmir, con sus Poblaciones árabes, y Romano-Arabes, al Sur del Tader “, dice:
“La extension del Tadmir ha de colegirse por las descripciones del Nubiense en quanto á la sítuaclon de ciudades las mas externas . As¡ : por el Norte de esta region, parece su línea…”
Y a continuación, página 54, enumera las poblaciones con sus nombres reconocibles en el momento de la escritura del índice toponímico. Y en esa lista aparee por primera vez Ficaria:

Aquí es pues donde en este volumen cita por primera vez el nombre de Ficaria de Aledris asociándolo con Mazarron. Sin referencias a los romanos, sólo al Nubiense.
La base de toda la topnimia atribuida al Nubiense se manifiesta en la cantidad de veces que lo toma como referencia. Se puede decir que los libros de Lozano, en lo que respecta la nomenclatura de los pueblos es una transcripción de Xerif Aledris (Idrīsī y Conde, 1799), más allá de la que hizo Conde en 1799, del manuscrito la Descripción de España.
De esta forma vuelve aparecer el Nubiense en la página 106 para justificar Alhama en la inscripción que hizo en su descripción, en la 141 hace la transcripcion de Lucentum a Elecant (hoy Alicante).
Pero la prueba de la poca fiabilidad de las fuentes de Lozano, la da con el lío de ambigüedades y polisemias del topónimo Basca o Vasca, que igual lo sitúa en la Basca cerca de Alquerías que en Bigastri, Cehegín. Todo por mor de tomar la fuente inexacta de El Nubiense (pág. 146).
Ahora dejemos a Xerif Aledris / Conde como ´referencia única y casi exclusiva de Lozano para ver las argumentaciones de Ficaria como municipium romano.
El capítulo XXXVII, Municipio de Ficaria, hoy Mazarron, va dedicado exclusivamente a reivindicar el nombre de Ficaria y la condición de municipium a la localidad romana que nos ocupa.
En los volúmenes 1 y 2 también aparecen numerosas referencias a Ficaria o al munici`pio ficarense dando por hecho y probada su existencia.
Pero lo sustancial está en el volumen tercero páginas 203,… donde aborda la cuestión de las inscripciones en las tres estatuas, que ya hemos descrito antes, de la Mater Terrae, la diosa Ceres, y del Dios Genio.

La estructura en tres líneas de las tres placas es la misma: En la tercera línea aparece el nombre de Albanus Disp , Albano proveedor. En otras fuentes vimos que Albano era un liberto proveedor de la casa imperial un funcionario que tenía encomendadas funciones de comprar y negociar bienes y mercancías, pero también derechos entre los cuales estaba consagrar deidades locales o de advocación local, la traducción en los tres casos era “Yo, Albano, proveedor…”
La segunda línea también es clara: “Sacrum”, “consagro”. Por tanto, juntándolas quieren decir “Yo, Albano, proveedor, consagro esta imagen de … para…”. “Para” porque, como vemos, la ultima expresión de la primera fila es un dativo, no un genitivo.
La cuestión está pues en la primera línea que a su vez en todos los casos tiene una primera parte, el nombre de la deidad MATRI TERRAE (Ceres) , GENIO Y GENIO. En un caso es GENIO, LOCI, FICARIENSI y en otro S M F.
En el primero de los casos de GENIO, Juan Lozano dice que FICARIENSI es en realidad un genitivo que por la corrupción del latín en esa época se escribe comodativo. Lo más natural es que si se escribe en dativo sea dativo, entonces la interpretación sería Genio, deidad local para los cultivadores, o recolectores de higos (ficarienses) al igual que hay otra de otra deidad para los pescadores [citar y justificar]. Pues, no. Él dice Genio, dios local de Ficaria o de los ficarienses. Podríamos pensar generosamente que se refiere a los ficarienses como cultivadores de higos, pero a continuación descarta esa posibilidad dando a Ficaria rango de toponímico al atribuir a M F la significación de Municipium Ficariensis.
La S sin embargo, aunque cree que quiere decir que significa Santo, no tiene inconveniente como sucede en otros precedentes en aceptar que pueda ser Saludable o Salutífero:
Yo Albano Provehedor , consagro esta piedra al Genio Santo del Municipío Ficariense.
Esta lección del Genio Santo: GENIO. S. parece muy adaptable. Es muy natural, y conforme a otras inseripciones. Masdeu conviene; pero el Señor Bayer juzga a proposito leer en lugar de Santo : Saludable, Genio Salutari. Qualquiera de estas lecciones puede abrazarse.

Ésta es pues la parte sustancial, la base justificativa del nombre aplicado a lo que hoy es Mazarrón y Puerto de Mazarrón de Ficaria. Pero forma parte de todo un capítulo muy extenso y con una gran proliferación y alarde de datos y citas para justificar la importancia de la ciudad romana allí existente. Por tanto es conveniente leer con atención este capítulo, el XXXVII titulado Municipio de Ficaria, hoy Mazarron. Pág 201.
Como curiosidad hay que señalar que Ptolomeo y algunos geógrafos seguidores suyos ubican Lucentum o Lucento en lo que hoy son las costas de Mazarrón, al oeste de Cartagena (pág. 202).
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