Domus pilae
- Miguel Zapata-Ros
- 25 jul 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 18 feb 2023

Detail of a first-century C.E. mosaic discovered at Magdala on the shore of the Sea of Galilee depicting a boat, probably a fishing vessel. Unknown author. Archivo multimedia de dominio público en los Estados Unidos.
Fragmento de capitulo.
El relato es una versión libre, interpretando hechos que se relatan en documentos y en el resto fabulada, sobre los viajes de Santiago a Hispania.
Las referencias y el relato documentado y justificado está acogidos a una licencia Creative Common 4.0 en un preprint de Researh Gate con DOI: 10.13140/RG.2.2.35244.90243
Jacobus vive en la parte más humilde de Ilucro, en el barrio de pescadores que hay cerca de la subida al faro. Todo le recuerda sus orígenes en Galilea. Algunas mañanas se despierta temprano, se viste, toma de la alacena un frugal trozo de pan que ablanda en las brasas que han quedado de la noche y que empapa en aceite. Si hay, toma un tazón de leche de cabra. Y sale a pasear por el puerto pesquero, a ver como se recogen las embarcaciones que han salido a la pesca de cerco. El conoce bien la tarea de su Tiberiades natal, donde trabajó en su infancia, juventud e hizo sus primeras labores de adulto con responsabilidad junto a su padre, el Zebedeo, y el tajo de jornaleros a su servicio.
También trabajó en salazones. Por eso muchas mañanas pasaba por la factoría cercana a su casa. Entre una cosa y otra consumía el tiempo que le quedaba de sus prédicas y de sus reuniones, e incluso le admitieron para que ayudase. Con lo que le pagaban se sostenía en la parte que no le cubrían las ayudas de las comunidades. Entre los trabajadores, el patrón y él se estableció una buena relación basada, por una parte, en sus habilidades para el trabajo y, por otra, en su vivo genio que se avenía muy bien con el de los nativos procedentes del país de la Mastetania, con los que la administración romana había encontrado un estatus quo, procurándoles trabajos y conservando sus órganos de gobierno y justicia consuetudinarios. Bastante más armonioso que el que en esa misma época existía en Judea.
Jacobus en su estancia en Ilucro visita destacados lugares y tiene reuniones con miembros de la sociedad y de las comunidades, comunidades que se llamaban a sí mismas como Haverah a cada una de ellas. También se llaman a sí mismos la comunidad de los hermanos del camino: Dérej. Y a sus miembros nazarenos (Notsrí) o hermanos (ha).
Una primera visita la tiene con Lucio Rubellio, de la gens rubellia en Ilucro. Tiene lugar el la plaza principal (el principia) que hay junto a la loma del templo. En una taberna argentaria que hay a la derecha de la plaza, según se mira el templo o la tribuna del foro. Es la primera vez que Jacobus contacta con el ambiente de la alta sociedad de Ilucro, visible y percibible en la plaza. Una vez en el despacho de Lucio es Philostratus quien hace las presentaciones.
Una vez más, como en Roma, Paulus le cuenta pormenorizadamente, atendiendo a sus preguntas, la fe de Yoshua.
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Puede continuar su lectura en el libro Brisa, de Miguel Zapata Ros

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