Jacobus en Ilucro
- Miguel Zapata-Ros
- 26 jun 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 18 feb 2023

Ilucro es un municipium construido sobre una ciudad cartaginesa que antes fue colonia fenicia. No es pues un castra, no tiene un cardus, ni un decumanus, ni un principia. Tampoco está en un llano, sino recostada sobre una colina y extendida sobre una bahía. Sus calles no están trazadas a cordel. Como de otra forma no podría ser, siguen un trazado condicionado por un suave relieve litoral y por la línea de costa. Pero aún así, su estructura recuerda vagamente a la de un castra. El cardo, o su equivalente, recorre la población de norte a sur, desde el monte del faro hasta el millarium en la vía que lleva a la Colonia Julia de Carthago Nova. Hoy día, seguiría el trazado de las calles del Puerto de Mazarrón que unen la plaza del Mar con la rotonda que hay en la intersección de la antigua nacional 332 con la Avenida del Alamillo. Es decir, las caller Mayor, Cartagena, Narciso Yepes y la Avenida del Alamillo. En esa importante vía estaban las termas principales y el depósito de agua, uno de los dos de la ciudad, así como el acueducto que llegaba hasta ellos.
A la altura del primero de lo que podríamos llamar los dos principia encontramos el muelle de carga y descarga principal. En él, y abierto al mar, está el foro y al fondo, tras la tribuna, el palacio pretorial, donde ejercen sus funciones el pretor y los ediles. Con la fachada orientada hacia levante, hacia la bahía. De la plaza arranca lo que podríamos decir que es el decumanus, o su equivalente. La otra arteria principal de la ciudad y aproximadamente, en este caso, perpendicular a la primera. Recorre la ciudad, en un tramo menor que el cardus, en dirección este-oeste, desde el mar hacia el interior. En las afueras se convierte en la vía que conduce a las instalaciones mineras de la sociedad Mons Argentarium y al conglomerado de instalaciones, servicios y viviendas de trabajadores que las circundan. De ellas, las más importantes están cercanas a la vía, no muy lejos de un collado separado del Mons, pero donde también hay yacimientos e instalaciones para la extracción de mineral. En conjunto constituyen un abigarrado enclave donde hay un poblado de trabajadores mineros y esclavos, junto a instalaciones y servicios.
Sin embargo no es ese el destino de la importante vía. Realmente es una de las arterias que constituye la red básica del Imperium. Más allá del poblado minero continúa a una localidad que, sin tener la categoría de municipium, es un importante nudo de comunicaciones. Se trata de Heliocroca. Allí se cruzan la Vía Augusta, que recorre el litoral hispano desde Tarraco a Gades, con la vía que, procedente de Cástulo. Ruta que se utiliza para transportar el mineral, y otras materias primas, del interior de Hispania hasta Ilucro, donde es procesado y embarcado para la metrópolis y otras partes del Imperium.
Todo esto lo ha ido aprendiendo Jacobus en sus caminatas, en las que se desplaza hasta los lugares donde se reúne con las nuevas comunidades para llegar con sus palabras y sus predicaciones a los ha, a sus fratres. También lo va aprendiendo en los paseos y conversaciones que sostiene con Philostratus ,su protector, amigo y guía en Ilucro y en la Colonia Julia, y con el joven Pompon Philodamus. ...
Puede continuar su lectura en el libro Brisa, de Miguel Zapata Ros

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